SÉPTIMA DE CCGG: JOTABIS REDIVIVOS

En nuestro particular viacrucis  ganadero hoy nos montamos en el TioVivo del menu degustación con maridaje caballuno. Dos Murubés, los mismos Atanasios y  otro par de Domecqs para salpimentar. El emborrachamiento alcanzó tanto al que diseñó el programa, que trocó la numeración de uno de los sobreros, como al que pasea el cartel a la salida de cada toro con arrobo de butanero.

Como si fuera un jeroglífico, el seguimiento del festejo se puso en suajili cuando el primero de a píe se descordó y el sobrero que le sustituyó se partió una pata. En el más difícil todavía salió una cuarta ganadería, Valdefresno, que para embarullar más el asunto, era de los primos de los ganaderos titulares.  Con las gotas que caían en el programa la tinta se iba corriendo, los colores de las ganaderías mezclando como los de las témperas y no había quién se aclarase de nada.

Pero la realidad es que antes de que se abriese el portón al tercero, daba igual las ganaderías, las procedencias y el grupo sanguíneo de la mujer del mayoral, porque estábamos viendo una chotada con un quiero y no puedo de Pablo Hermoso y un aroma del  perfume de aire triste que emana el toreo de Urdiales cuando no coge vuelo.

Luego vino lo de la lluvia, que comenzó a caer en antes del festejo y, después de media docena de amagos, arreció  y tuvo a las buenas gentes de los tendidos en un ir y venir de huidas por el vomitorio, vueltas a la localidad o tratando de saltar a la Grada, cuyos ocupantes defendían  territorio como los supervivientes del Titanic que estaban en los botes.

Ortega toreó cadenciosamente y con una torería y verdad  apabullantes. Aún sin rival, porque el tercero se dejó por la derecha y saco el dedo corazón por el otro pitón. Pero la presencia de la lluvia siempre trae súbitamente a un aire festivo y se comenzaron a corear unos fortísimos oles, Con los que, sin duda, los que se estaban mojando en Vista Alegre, querían mortificar a los que habían huido haciéndoles creer que se estaban perdiendo algo mucho más importante de lo que estaba acaeciendo.

La tarde  se disparó pero con pólvora mojada.  Comoquiera que de rejones se aun menos que de toreo a pie, solo puedo decir que Pablo Hermoso tuvo la suerte que se le negó a Ponce de poner digno epílogo a su carrera en Vista Alegre. 

El quinto, segundo de Urdiales, era más feo que Picio y como era tan largo como esos metros especiales que montan para evacuar a la concurrencia en los partidos del Athletic tardó un par de horas en salir del chiquero. Como su mansedumbre le hacia mas propicio para componer una yunta de bueyes  Urdiales asumió la necedad que suponía el continuar sembrando en el desierto. Pero no tuvo en cuenta que entre sus virtudes era gazapón y andarin por lo que sufrió un quinario para despenarlo y que lo pudieran convertir en medias canales. Parece como si esta temporada al de Arnedo le hubiera mirado la Bruja Lola en los lotes. Desde aquí, le recomiendo encarecidamente el cortar la mano  del encargado de pinzar los papelitos en los apartados.

El cierraplaza, probablemente por mi carácter contradictorio me pareció gastaba mejor fuste. En la plaza se entonó la tonadilla del ¡Toro, Toro,..¡ lo que refleja lo buena que es la gente para retener seis días el eructo con lo que llevamos visto. Sólo espero que la retención no les provoqué postreras úlceras gástricas.

Ese toro sirve perfectamente para explicar los derroteros del toreo neomoderno. Mientras duró se convirtió en ese ejemplar colaborador que hubiera servido en la práctica mayoría de cosos  Pero no el Bilbao (o en Madrid) en el que, por ahora, se pide la transmisión que da la boyantia, Ortega, que nos había dejado una media verónica para el recuerdo en el recibo de capa, protagonizó ese torero lleno de pases accesorios preñados de una inmensa clase que acostumbra. Más o menos como si en una comida de tronío sirvieran sólo sabrosos aperitivos.

En la salida por la puerta grande del rejoneador le sonrió la inmensa fortuna de ser acompañado por los JOTABIs cuya foto  televisiva me cede generosamente AM para coronar el post. Se les atisbaba un candor especial tras su, en otras tardes, huérfana pancarta de tafetán. Gastan una pinta de gente limpia que hacia intuir que no habían nacido en esas barriadas de aluvión construidas  durante el franquismo en los barrios obreros.  

Mi amigo JMM, con experiencia sobrada pastoreando ese rebaño, alineó perfectamente a la comitiva delante del panel conmemorativo de la despedida del rejoneador.  Panel al que se dio un doble uso para que nadie ose acusar a nuestra sacrosanta empresa Biva de despreciar la economía circular o las directrices de la OCDE para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

Me imagino que después de la performance les invitarían a una ronda de kalimotxos y sangrias “Delia” en el ambigú de Vista Alegre.

¡Vivan  los nuevos tiempos¡

Pero que no me  pillen cerca por favor, a ver si me libro de su onda expansiva.

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Acerca de Asier Guezuraga Asier Guezuraga Ugalde, nació en Busturia el 9/4/1972. Pasó su juventud en pleno corazón de la Bizkaia profunda, la villa de Gernika, de cuyos recuerdos se nutre este blog. Taurino irredento, hace compatible su odio al fútbol moderno siendo hooligan del Gernika Club, el mejor equipo del mundo hasta que alguien demuestre lo contrario, Juntaletras de novela negra con dos novelas publicadas, apasionado del baloncesto, cocinillas y sobre todas las cosas, muy frikie.
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